En este día pude acompañar a mi padre a la visita que realiza todos¡ los mese a nuestra abuela, pude compartir con ella, es una adorable señora añoza pero bien despierta, fue agradable y conmovedor poder ser testigo de casi un siglo de vida, pero sin duda lo que me impacta más es el cumplimiento práctico del cuarto mandamiento "HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE...". Es una grata sensación de retribución a quien ha entregado gran parte de su vida y vigor a nosotros. Gracias padre por mostrarme con tu ejemplo la práctica de uno de los mandatos divinos. Bendiciones para uds. padres y para todos aquellos que honran a los suyos en vida.
Gracias a tí padre celestial por hacerme tu hijo. Solo pido fuerzas para sostenerme y serte fiel y honrarte como tu eres digno.
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